El tema de una mujer hablando de fútbol siempre va a ser controversial. El fútbol, deporte mas popular del mundo, ha sido por siglos patrimonio masculino.
Los tiempos cambian. Hay mujeres presidentas, mujeres futbolistas y hasta mujeres que son padre y madre….aunque también quedan de esas mujeres que se dejan pegar con "bolillo" o alguna senadora que piensa que cualquier golpe a una mujer seguro es consecuencia de sus actos. Bueno sin desviarme del tema lo que quiero es defender al género femenino que habla de fútbol.
Los hombres deberían alegrarse pues son los más beneficiados con esta nueva generación de futboleras. Poder llevar a la mujer al estadio, comentar el partido de la selección con ella o ponerle los domingos un partido Barça-Real mientras almuerzan y convertirlo en toda una tradición familiar. Entonces ¿por qué no compartir las opiniones?
Mujeres:
“Si no pueden con el enemigo, hay que unirse a el”, las mujeres poco a poco se involucraron en el tema deportivo tanto que ahora hay periodistas deportivas protagonistas en los medios de comunicación.
Que tal una Liliana Salazar, o una Andrea Guerrero que a pesar de ser tan criticada ha sabido mantenerse en su puesto y ha demostrado que si ha hecho la tarea y utilizó sus contactos para aprender mucho de fútbol. Conozco también blogs en medios de comunicación de circulación nacional que son escritos por mujeres y hasta conozco hinchas de mi equipo que podrían comentar un partido mejor que Carlos Antonio Velez.
Una mujer hablando de fútbol le da un toque diferente a la circunstancias. ¿O no? Ahora, siempre va a suceder que tanto en la política como en el fútbol los humanos no podremos estar siempre de acuerdo. Pero esa controversia es lo que enriquece el debate. Permitan al sexo femenino involucrarse y hacer parte de este deporte.
Hombres:
Hay que ceder un poco en su terreno y dejar a las mujeres demostrar que podemos opinar si hay o no fuera de lugar y si conviene mas un 3-4-1-2 o 4-1-4-1. Y mujeres a hablar de fútbol con toda tranquilidad, todos somos humanos y tenemos derecho a expresarnos y a embarrarla si es necesario.